El Voluntariado, de forma sencilla lo define la Real Academia Española, como el conjunto de personas que se ofrecen voluntarias para hacer algo. En España el voluntariado lo asociamos generalmente a las ONGS o a las acciones sociales de la Iglesia.
Los beneficiarios del voluntariado son las personas, y el medioambiente, con las plantas y los animales. El grupo primero es el más importante, pero en el segundo los ecologistas forman un grupo reducido, pero firme y perseverante.
Dentro del amplio espectro dedicado al voluntariado de las personas, podemos distinguir:
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Voluntariado de acción social, que es el más numeroso, y que atiende a las personas necesitadas en su situación, en su salud o circunstancialmente en su economía
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Voluntariado de emergencias, que es el relacionado con la protección de las personas o con crisis o desastres naturales, p.e. Protección civil o el terremoto de Lorca
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Voluntariado de cooperación, que se refiere a las acciones sociales que se realizan fuera de España, como las que llevan a cabo las ONGS o las órdenes religiosas
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Voluntariado deportivo, que apunta a la participación solidaria en actividades deportivas a través de asociaciones o clubs, y
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Voluntariado cultural, que es el que colabora con monumentos históricos, conjuntos artísticos, museos y bibliotecas
Nosotros nos referiremos ahora a este Voluntariado Cultural en su vertiente monumental y museística, que es el caso de nuestro Palau.
Este movimiento del voluntariado es producto de la sociedad del bienestar, por lo que su nacimiento se produjo en EE.UU. A Europa nos llegó a través de los países anglosajones, y aunque se inició después de la segunda guerra mundial, no tomó carta de naturaleza hasta que la Unión Europea se ocupó del mismo allá por los años 90.
En España se reguló por el Ministerio de Cultura en la Orden del 9 de octubre de 1995, que en su preámbulo dice:
“ La cultura es un derecho de todos y constituye un bien del que participan los ciudadanos, no solo como meros receptores, sino también y principalmente, como sujetos activos y plenamente inmersos en el proceso de creación, conservación, enriquecimiento y difusión del acervo cultural”.
“Por todo ello, se considera necesario propiciar nuevas vías que permitan la participación de los ciudadanos en actividades que mejoren la accesibilidad al conocimiento y disfrute de los bienes culturales”
Afortunadamente nuestro pueblo tiene un rico patrimonio en,
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El Palau
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El Castell
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Las Iglesias
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El propio pueblo, y
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Su entorno natural
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Nuestra historia
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Nuestras tradiciones, y
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Nuestras leyendas
Por tanto no consideramos descabellado el proponer una participación ciudadana que promueva iniciativas, y que consolide planes que acerquen la historia y patrimonio de nuestro pueblo a nuestros paisanos y forasteros, como:
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Conoce el Palau
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Conoce tu Pueblo, y
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Conoce tu entorno Natural
Todos ello alcanzan a posibles actuaciones de las Regidurías de Cultura y de Turismo. Pero nosotros no queremos dogmatizar sobre ellos, ni comprometer las propias políticas de nuestros dirigentes en ningún sentido, sino solamente ofrecer unas reflexiones que puedan redundar en beneficio de nuestro pueblo.
También desearíamos que en su momento se unieran a estos proyectos las entidades locales cualificadas e interesadas en estos temas.
De momento y después de esta introducción en el Voluntariado Cultural, queremos llegar a proponer la creación de unos Voluntari@s del Palau, que con su compromiso social, lleven a cabo unos programas de conservación, difusión y dinamización de actividades en nuestro monumento más emblemático.
La base de este Voluntariado Cultural en una población pequeña como las nuestra, tiene que ser amplia y diversa:
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Jóvenes, que pueden aportar su ilusión y su entusiasmo, y constituyen el relevo generacional, para la custodia y salvaguardia del patrimonio cultural en el futuro
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Adultos, en la medida que compartan estas inquietudes y su disponibilidad se lo permita, y
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Mayores, que pueden transmitir su saber y su experiencia, así como mantener unos compromisos más amplios por su estado de jubilación, a la par que les permite desarrollar un envejecimiento activo
En el próximo artículo desarrollaremos, más ampliamente, el tema de los Voluntari@s del Palau.
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