M. CANDELA   www.diarioinformación.com

Los informes presentados a la junta rectora del parque natural de Mariola sostienen que la inmensa mayoría de la zona que ardió el pasado mes de julio se regenerará por su cuenta, de acuerdo con los primeros estudios efectuados, según ha podido saber este diario de fuentes de Medio Ambiente. Además, en la sesión celebrada el pasado mes de octubre, desde la Conselleria se resaltó que la actuación sería la misma que si el incendio hubiese superado las 500 hectáreas -se ha quedado en 498, según la estimación oficial- al tratarse de un parque natural.
La cuestión ha vuelto a situarse en el ojo de la polémica después de que una medición efectuada por miembros del Consorcio Provincial de Bomberos elevara la cifra calcinada a 573 hectáreas. Ante esto el diputado de EU Lluís Torró ha acusado al Consell de "mentir" en la medición, con el objeto de ahorrarse inversiones.
Fuentes de Medio Ambiente, sin embargo, han descartado rotundamente esta interpretación. De hecho, afirman que ya en la junta rectora de Mariola del pasado mes de octubre se indicó por parte de los técnicos que este siniestro se está gestionando igual que si hubiese superado la barrera de las 500 hectáreas, "porque está dentro de un parque natural".
En aquella misma jornada, según ha sabido este diario, los técnicos pusieron de manifiesto que los primeros informes ya estaban elaborados y que, de hecho, se considera que la mayor parte de la superficie calcinada se regenerará de forma espontánea, a tenor de los indicios observados en los primeros meses transcurridos: se ha detectado gran cantidad de semilla en el suelo y gran parte del arbolado calcinado era viejo, factores que contribuirán a la recuperación de la masa vegetal y forestal.
La parte más complicada, según los referidos estudios, se centrará en las zonas con más pendiente, las más próximas al Montcabrer, en las que la erosión dificultará la actuación regenerativa. Los técnicos indican que no hay medidas eficaces para que se pueda colocar una capa de tierra que aguante.
De momento, como ha venido informando este diario, se está procediendo a retirar gran parte del arbolado siniestrado, con el objeto de evitar la proliferación de plagas -especialmente, la escoliosis- y para despejar el terreno, un factor que también contribuye a la regeneración.
Para el futuro, los técnicos no descartan una intervención directa a través de tratamientos que contribuyan a la regeneración, pero para ello será necesario que transcurran entre seis y siete años, según las informaciones recabadas.
Por ello, al margen de la retirada de troncos quemados no está previsto desarrollar más intervenciones en el área calcinada, a la espera de constatar la evolución de la zona, que los técnicos entienden va a ser favorable.