El frío ha arruinado el 100% de las variedades primerizas de la almendra que estaban en proceso de floración. Sin embargo, la abundante lluvia recaudada aporta beneficios al cultivo de la oliva en la comarca. El temporal con el que ha finalizado febrero ha dejado registros de entre 50 y 100 litros de agua por metro cuadrado, que vienen muy bien al olivar, y también temperaturas bajo cero que han arruinado las cosechas en floración.

Es el caso de las variedades primerizas de almendras que se han perdido prácticamente en su totalidad en los campos de la comarca. Paco Bañó, secretario comarcal de la Unió de Llauradors, explica que los agricultores confían en las variedades tardías para no dar por perdida toda la cosecha.

Otros frutos en floración, como el albaricoque, también van a ver resentida su próxima cosecha. El frío no ha afectado a los campos de cereales, que se encuentran en período de siembra y que se han visto beneficiados por la aportación del agua de lluvia. 

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