Serrella sigue siendo un polvorín casi cuatro años después de la nevada que destrozó árboles y ramas en este valioso paraje situado a caballo de las comarcas de El Comtat, la Marina Alta y la Marina Baixa. El riesgo de incendio es evidente, y eso ha suscitado la preocupación de ayuntamientos como los de Benasau, Quatretondeta, Famorca o Fageca, que reclaman al Consell que lleve a cabo una limpieza de la zona.
Fue en diciembre de 2009 cuando una potente nevada destrozó entre un 15% y un 20% del arbolado forestal del interior norte de la provincia, según las estimaciones efectuadas en aquel momento por los técnicos. Desde entonces, las tareas de limpieza del Consell se han limitado a los parque naturales de la Sierra de Mariola y la Font Roja, y algunas actuaciones en montes de titularidad pública. Sin embargo, hay espacios concretos, como la Serrella, en que los árboles y ramas afectadas continúan por los suelos, cada vez más secos y, por tanto, convirtiéndose en un evidente riesgo tanto en materia de plagas como de incendios.
La Serrella es una sierra de alto valor tanto medioambiental como paisajístico, en la que conviven terrenos públicos y privados. En cualquier caso, en este tiempo tampoco se han habilitado ayudas para la limpieza de las parcelas particulares.
Esta situación ha generado la lógica preocupación de los municipios cuyos términos municipales están dentro de la sierra. La alcaldesa de Benasau, Nieves Mas, manifestaba que «el riesgo de incendios es más que evidente, y la limpieza es una responsabilidad que compete a la Generalitat, puesto que, entre otras cosas, los ayuntamientos pequeños como el nuestro no cuentan con recursos para abordar estas actuaciones. Sin embargo, soy muy escéptica en este tema, puesto que si no han ayudado a los agricultores que sufrieron daños, es casi utópico que hagan algo en la sierra».
Mas abundó en las críticas al Consell, para señalar que «a los ayuntamientos nos tienen asfixiados con los impagos. Desde hace dos años nos deben el dinero de los planes de empleo y hemos tenido que adelantar el dinero para pagar a la gente. La política de la Generalitat nos está haciendo mucho daño».
El alcalde de Famorca, Tomás Ortíz, no dudaba a la hora de señalar que los árboles y ramas que están tirados por la sierra «son un peligro, auténtica pólvora», y que por ello «hemos solicitado a Medio Ambiente que proceda a la limpieza de la zona». Sin embargo, reconoció que «no concebimos demasiadas esperanzas, porque no hay dinero».
La primera edil de Fageca, Mari Carmen Devesa, indicaba que «en nuestro término municipal no hay muchos destrozos, pero evidentemente apoyo la causa y sería muy positivo que se llevase a cabo una limpieza, porque hace muchos años que no se actúa».
Desde Quatretondeta, su alcalde, Jordi García, también reclamaba la medida. «Nosotros no podemos, porque el Consell nos tiene abandonados», concluyó.

M.Vilaplana www.diarioinformacion.com