El Comtat ha cerrado la campaña de oliva con unos resultados económicos sensiblemente inferiores a los del año pasado. El sector ha perdido 3 millones de euros en comparación al ejercicio anterior, al pasar el volumen de negocio de 9 a 6 millones de euros. El descenso de la cosecha y de los precios del aceite son los factores que han propiciado esta merma en los beneficios.

Si la comarca de El Comtat alcanzaba en 2013 los mejores resultados de los últimos diez años, en la presente campaña la situación se ha invertido. Tal y como se esperaba, la cosecha ha experimentado una sensible reducción, cifrada en el 30%, debido al comportamiento cíclico del cultivo y también a la escasez de lluvias que caracterizó el final del verano y la mayor parte tanto del otoño como del invierno.

De acuerdo con la información facilitada por Alberto Lloréns, técnico de la cooperativa de Planes, entre las almazaras de Muro, Cocentaina, Beniarrés, Gaianes, Millena y el propio Planes se han recogido poco más de 13 millones de kilos de aceitunas, lo cual se encuentra bastante lejos del potencial que tienen los cultivos de la zona. Dicho potencial, además, ha sufrido un descenso en los últimos tiempos, primero por los terrenos que fueron ocupados por las obras de la autovía central a su paso por El Comtat, y después por los daños registrados en la nevada de hace cuatro años, en la que numerosos olivos resultaron arrasados sobre todo en la zona de la Vall de Seta y las inmediaciones de la Sierra de Aitana.

Con todo, la bajada de la producción no ha sido el único factor que ha incluido en la caída del volumen de negocio. Lloréns explicaba que la importante cosecha obtenida en Andalucía, la principal zona productora de España, ha repercutido directamente sobre los precios del aceite, que han sufrido un acusado descenso. Justo ha ocurrido lo contrario que el año pasado, cuando la baja producción andaluza propició una subida en la cotización.

Sea como fuere, lo cierto es que si el ejercicio anterior los precios se situaban alrededor de 2,70 euros, en la actual se ha pasado a tan sólo 2, lo que ha tenido una influencia decisiva en los resultados finales.

Así, frente a los 9 millones de euros de beneficios de 2013, se ha pasado en esta ocasión a apenas 6 millones, lo que supone que tanto las almazaras como los agricultores han dejado de ingresar 3 millones de euros.

En lo que respecta a la evolución de la campaña, Alberto Lloréns manifestaba que se ha acortado de manera sensible, hasta el punto que a principios de febrero ya no había apenas actividad en las almazaras.

Según sus palabras, «prácticamente no ha llovido durante toda la temporada de recolección, con lo que los agricultores han podido entrar en los campos de cultivo sin problemas y no se han registrado los parones que otros años sí que hemos sufrido como consecuencia de temporales de precipitaciones o nevadas».

La calidad del aceite, como suele ser habitual, también se ha movido en baremos elevados, lo cual ha facilitado su incorporación a los mercados.

En cualquier caso, el balance, sobre todo si se compara con los resultados del año pasado, no puede ser positivo. Esto se suma a las graves pérdidas registradas en la última campaña de la cereza, el otro gran cultivo de la comarca, debido a las lluvias que irrumpieron en plena campaña y también a la falta de cuajado de la fruta.

M.Vilaplana www.diarioinformacion.com