La fiesta se celebra a mitad de la Cuaresma, 21 días después del Miércoles de Ceniza. En principio, parece que esta fiesta no tiene una relación directa con el ciclo agrario, la siembra y la cosecha, como pueden ser otras fiestas de la primavera o del mes de agosto o septiembre. Aún así, cabe recordar que la mayoría de fiestas que celebramos tienen su origen en el neolítico y son, por tanto, de vinculación agraria. Un nano critica la fiesta.
No se trata de una fiesta eminentemente de alegría y de fruición, al menos en su origen. Es más bien una crítica ante la impotencia que proporciona la situación social y también física de lugar donde se ubica (el antiguo arrabal moro de Cocentaina).
Los Nanos son muñecos de poca altura, entre 1 y 1,20 metros, que van acompañados de unos carteles a través de los cuales expresan su crítica, o bien positiva o bien negativa. La fiesta consiste en criticar la persona que representa el muñeco. En un primer momento, aparecían colocados ("colgados") al borde de algún camino cercano al pueblo, sin que nadie supiera quién los había hecho ni quien los había colgado.
Actualmente, los muñecos se exponen en plena calle o arrimados a las paredes de las casas bajo la vigilancia de las personas que los han hecho.