Han pasado ya dos años, día por día, del incendio que arrasó 545 hectáreas de alto valor ecológico en la Sierra de Mariola, en los términos municipales de Cocentaina y Alcoy, pero siguen sin conocerse las causas precisas ni tampoco el cronograma o esquema de distribución de los servicios de extinción. La Conselleria de Gobernación declaró prácticamente «secretos» ambos extremos y recientemente lo acaba de ratificar en la junta rectora del parque natural de Mariola, según denunciaron ayer los representantes de los grupos ecologistas.
Desde el primer momento, tanto los representantes de la Colla Ecologista La Carrasca e incluso del Ayuntamiento de Alcoy, tuvieron la convicción de que el despliegue de medios -sobre todo aéreos- se intensificó cuando el fuego ya había adquirido magnitud. Por ello, los ecologistas pidieron en octubre de ese mismo año a la Conselleria de Gobernación que hiciese públicas las causas y, sobre todo, la cronología de la intervención de los medios, obteniendo una negativa por respuesta. La conselleria se amparó en el proceso de investigación en curso.
Este planteamiento se ha repetido con insistencia en este tiempo, siempre con el mismo resultado. La última tentativa, según se desveló ayer, tuvo lugar la semana pasada en el reunión de la junta rectora, celebrada en Ull de Canals, obteniéndose la misma respuesta. «Dos años después de aquel suceso las consellerias correspondientes continúan negando a la opinión pública la posibilidad de conocer toda la información que envolvió el inicio y el desarrollo del incendio», explicó Xavier Anduix, representante de los grupos conservacionistas en dicho organismo.
Hay que significar que los ecologistas han criticado habitualmente esta postura del Consell, sobre todo porque se trata de un siniestro que, presumiblemente, pudo deberse a una negligencia fortuita: una quema en el interior de una masía de la zona del Mas de la Cova, por cuya chimenea habrían surgido chispas; además, entienden que en modo alguno el conocimiento público de estos hechos habría afectado al proceso judicial.
Este incendio creó alarma en toda la comarca, ya que el fuego se extendió por el Montcabrer y obligó a desalojar la urbanización de las Casetes de Vilaplana e incluso el camping de Mariola. Gobernación defendió la actuación señalando que en algunos momentos se concentraron hasta 20 medios aéreos, pero en los medios citados se considera que este despliegue pudo producirse cuando ya era tarde y el fuego estaba descontrolado.
Los ecologistas, por otro lado, también cuestionan las extracciones de madera quemada, una operación que ha sido cuestionada incluso por un informe del Grupo de Edafogía Ambiental de la Universidad Miguel Hernández. Al margen de esto, poco a poco la zona afectada va recuperando «brotes verdes».
M.Candela www.diarioinformacion.com