El problema de l'Almoroig i l'Arpella queda en manos de Cristóbal Montoro. Así queda por el momento el rompecabezas de l'Almoriog y l'Arpella tras una moción conjunta presentada en el último pleno de Muro antes de las vacaciones que insta al Catastro a cambiar la catalogación de los terrenos de l'Almoriog i l'Arpella, para que estos pasen de urbanizables a rústicos.
La moción fue presentada conjuntamente por todos los grupos del consistorio. La proposición fue leída por el edil Francesc Valls, de Esquerra Unida, quien afirmó que el objetivo de la petición «es rebajar el valor fiscal» de los terrenos a sus propietarios. La petición del Ayuntamiento se ampara en una sentencia del Tribunal Supremo sobre un conflicto de la misma índole en Extremadura. La sentencia del alto tribunal esgrimía que cualquier suelo catalogado como urbanizable en el que no hubiera habido ningún tipo de actuación urbanística durante cuatro años podía ser catalogado de nuevo como rústico.
De aceptarse el nuevo criterio de catalogación de los suelos, miles de municipios se verían afectados, según ha indicado el alcalde de Muro, Rafa Climent. La petición al organismo de Hacienda, proviene de las quejas de los vecinos de las zonas de l'Arpella y l'Almoroig por la excesiva carga fiscal que tenían que soportar al ser valorados sus suelos como urbanizables. Pese a que la moción fue presentada de forma unánime, hubo un enfrentamiento dialéctico entre Compromís y el PP.
Moisés Pérez
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