Con una sonora protesta ha comenzado el curso escolar en el colegio El Bracal de Muro. La comunidad educativa ha protagonizado una sentada para protestar por el retraso en la construcción del nuevo edificio. Este curso es ya el séptimo en el que los 400 niños que asisten al centro reciben clase en barracones, una situación, según el alcalde, Rafael Climent, que no se corregirá, como muy pronto, antes de dos años. “Falta todo el proceso administrativo y la ejecución. Dándose mucha prisa el nuevo colegio no estaría hasta dentro de dos cursos”, ha lamentado.
La presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, Marga Cloquell, ha explicado que la protesta muestra el hartazgo ante siete años de incumplimientos. “No nos creeremos nada hasta que no haya dinero reflejado en los presupuestos de la Generalitat”, ha manifestado.
La comunidad educativa ha expresado su malestar a través de un manifiesto en el que reclama la construcción del colegio y en el que ha descrito las deficiencias de los barracones: goteras, frío en invierno y calor en verano o falta de espacio. Después de siete años de retraso, todos los alumnos del centro no han conocido otra cosa que no sean los barracones. Junto al colegio El Bracal de Muro, la Conselleria de Educación tiene pendientes de construir o reformar colegios de Ibi, Castalla, L’Alqueria, Cocentaina y Agres.
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