La grafiosis es una enfermedad originaria de Asia que se ha propagado por todo el mundoarrasando a su paso a los olmos, hasta convertirlos en algunos lugares en una especie casi extinta. Se trata de un hongo transportado por un escarabajo que ocupa los vasos del tronco y se extiende provocando que las hojas se marchiten y el árbol muera.

El efecto en la provincia ha sido devastador, y aparte de las pérdidas a nivel ecológico, hay que hacer referencia también a las sentimentales, dado que muchos olmos que adornadaban las plazas de los pequeños pueblos de las zonas rurales han sido víctimas de la enfermedad. Un ejemplo lo constituye el de Fageca, cuyo Ayuntamiento lo convirtió en monumento tras su muerte.

El único ejemplar que ha logrado sobrevivir en el entorno urbano es el de Millena, que sigue presidiendo la plaza con un porte imponente y una salud envidiable. Así lo señalaba el alcalde, César García, quien destacaba que gracias a los tratamientos y cuidados a los que está siendo sometido desde hace años se mantiene en esta situación. «Una empresa especializada realiza podas y tratamientos con la financiación del Ayuntamiento y, cuando puede ser, con la de la Diputación», explicaba.

Este es el caso actual, dado que la institución provincial ha anunciado una inversión de 4.000 euros para los próximos dos años. «Puede parecer bastante dinero –destacaba el alcalde–, pero merece la pena, dado que es un patrimonio importante y estamos hablando del único olmo que queda en toda la zona».

El ejemplar tiene más de 400 años de edad, «aunque se le conoce como milenario –precisó García–, por su grandeza e importancia. Sea como fuere, lo que está claro es que debemos hacer todos los esfuerzos posibles para conservarlo».

Apuntalado
La salud del árbol es perfecta, pese a que años atrás, como consecuencia de una nevada, una de sus ramas principales se partió. En la actualidad permanece apuntalado, para prevenir posibles incidencias similares.

M.Vilaplana  www.diarioinformacion.com